martes, 9 de junio de 2020

Sherkull III: Muerte al Dragón, de Robert M. Grand






Título: Sherkull: Muerte al dragón
Autor: Robert M. Grand
Género: fantasía
Páginas: 411
Precio: 2,99€


Pues se acabó lo que se daba. Y es una pena, porque en este caso lo que se daba era muy bueno. Termino la trilogía de fantasía Sherkull del autor español Robert M. Grand y quedo satisfecho, mucho. Me ha encantado, pero me da pena. Porque se acabaron las aventuras, los parajes coloridos y fantásticos, la magia, los duelos épicos, las batallas y los giros inesperados. Termina bien, sin dejar cabos, cerrando el círculo y dejando la sensación de haber vivido un viaje que deja poso y que transforma a los personajes. 

Ha sido un auténtico placer. Recordaré esta trilogía con cariño: aquella fantasía que devoré y que me ayudó a sobrellevar la cuarentena. Pero sobre todo, a partir de ahora seguiré a un autor, Robert M. Grand, que tiene mucho que decir. Atentos a lo que pueda hacer este señor porque es muy bueno.



Sinopsis



Robert M. Grand.

Han pasado diez años y todo ha cambiado.

Sherkull, la bestia negra, surca de nuevo los cielos sembrando de terror el Mundo Conocido, su gran territorio de caza.


El gran dragón y su fiel servidor, el iluminado Zorum, han logrado reunir a un inmenso ejército, un contingente formado por miles de kang, mercenarios y horribles criaturas sanguinarias que marcha sobre Bargam para arrasar el último núcleo de resistencia frente a su despiadado poder.


Pero no todo está perdido. La metrópoli norteña se ha preparado a conciencia. Un grupo de magos comandado por el versátil iluminado Gordwell, y los valientes lanceros de Desvem, plantearán una resistencia feroz que pondrá en graves dificultades a los invasores.


¿Acudirá alguien en ayuda de la ciudad de la luz? ¿Permanecerán impasibles los mong, los reisi o los gamblins mientras Bargam es atacada?


Nuestros protagonistas no se resignan. Allaurín, Darrox, Boll, Dux y Mirk han seguido caminos muy diferentes; las cosas no han sido fáciles para ellos. La audaz princesa, el legendario comandante de los Guardianes del Poder, el siempre sorprendente gamblin y el prometedor guerrero, pondrán sus increíbles habilidades de combate al servicio de la lucha contra el mal mientras el joven mago se enfrenta a su pasado para decidir que papel va a jugar en el desenlace de esta fascinante historia épica.



Mi opinión


Sherkull II.
Lo primero que tengo que destacar es que el libro se lee fácil y engancha igual que los dos anteriores. Es una característica común en todos los títulos de Robert M. Grand. Esta vez, si cabe, me ha parecido que hay más diálogos y menos narración, lo que agiliza la lectura. Como siempre, el estilo es cuidado y preciso, agradable, vitalista y rico. Tiene vida, y no da la sensación de que sobre ni falte nada. Quizá alguna vez puede dar la impresión de que se da carpetazo a algún asunto demasiado rápido, pero seguramente es mejor esto que recrearse en exceso.

El plato fuerte de esta entrega son los personajes y su evolución. Comentaba en las anteriores reseñas que eran verosímiles, que estaban bien trabajados. Pero es que aquí, además, se aprecia su evolución con claridad. Lo bueno es que podemos echar la mirada atrás y ver cómo eran los personajes al principio. Y como sucede en toda novela que se precie, en Sherkull las circunstancias hacen que nuestros protagonistas sufran una transformación lógica.


Mapa de Sherkull.
Sirva de ejemplo Darrox. El legendario comandante de los Guardianes del Poder es un personaje casi perfecto en los inicios de esta trilogía: buen padre y marido, fiel amigo de sus amigos, hábil guerrero con voluntad inquebrantable. Pero la vida lo sacude, y lo hace de tal manera que su manera actuar y de ver las cosas cambiarán paulatinamente.

Solo es un ejemplo, pero lo mismo sucede con el resto de personajes. Boll, Allaurín, Mirk, Dux, Zorum, Sherkull... Hay en ellos miedos e inseguridades, pero también esperanzas e ilusiones. Aunque sí hay buenos y malos -ya dije que esto no es ni Canción de Hielo y Fuego ni una novela de Abercrombie-, también hay grises o, al menos, reflexiones interesantes en boca de héroes y de villanos. Todos ellos tienen motivos que, por oscuros que puedan parecer, son comprensibles. Y sea como fuere, los personajes destilan pasión, desilusión, bondad, vileza, indiferencia y épica. Son redondos, tienen aristas y nos interesan. 


Un final sin cabos sueltos


Sherkull III: Muerte al Dragón es el final de la trilogía, por lo que tiene la misión de cerrar las tramas que se han ido abriendo en las dos entregas anteriores. Y lo hace bien. Que recuerde, no hay ninguna trama relevante que haya quedado sin terminar. Como decía un poco más arriba, sí puede dar la impresión de ser demasiado tajante alguno de los finales -nunca mejor dicho lo de tajante, ejem-. Me hubiese gustado un desenlace diferente para alguno de los personajes, pero supongo que eso ya son gustos personales. Al fin y al cabo, Martin también se carga a sus protagonistas más relevantes de un plumazo y ahí lo tienen, el mayor éxito de la fantasía. Y eso que le está costando décadas terminar su obra.


El Guardián del Planeta, Robert M. Grand.
Y termino esta reseña esgrimiendo un último motivo para leer la trilogía de Robert M. Grand: el mundo fantástico creado. Porque se huele, se oye, se respira y se siente. Y también porque es original. No hay elfos, pero sí reisi. Tampoco hay enanos, pero sí gamblins. Los guerreros son una especie de monjes orientales, y la magia está muy presente en esta obra. Las descripciones de los paisajes nos sumergen en este mundo lleno de ríos, prados, montañas. Pero tampoco faltan las ciudades. 

Lo mejor es que lo leáis. Si os gusta la fantasía, esta trilogía merece la pena. Y si no, también. Es un lujazo tenerla por 6,99€ en Amazon y gratis en caso de disfrutar de Kindle Unlimited. Robert M. Grand no tiene la fama de Abercrombie ni de Sapkowski, pero he disfrutado sus libros tanto como los de estos genios. Cinco estrellas para el libro y para la trilogía. Muy recomendable.



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