Sherkull II: La Isla de Folgard, de Robert M. Grand

Título: Sherkull II: La Isla de Folgard
Autor: Robert M. Grand
Género: fantasía
Páginas: 529
Precio: 3,79 €

Una semana. Es el tiempo que me ha durado este libro de Robert M. Grand entre las manos. Lo que significa que, teniendo en cuenta que tengo la fortuna de estar trabajando, cada segundo libre que he tenido lo he dedicado a la lectura de este título. Me he sorprendido a mí mismo con ganas de terminar la jornada para seguir leyendo, para saber qué pasaba con Boll, Darrox, Allaurin, Dux... Para saber si sobrevivían, o escapaban o conseguían salvar a uno de sus amigos.



Era difícil superar el nivel de Sherkull I: Las Tierras Inhóspitas, primera parte de esta maravillosa trilogía cuya reseña podéis leer aquí. Pero Robert M. Grand lo ha logrado: porque esta segunda entrega tiene más acción, más guerra, más violencia, más duelos. Es más descarnada. Y los personajes adquieren mayor complejidad y continúan desarrollándose a medida que avanzan las páginas. He disfrutado muchísimo con este libro.

Sinopsis

Robert M. Grand.

El despiadado Zorum es el nuevo Gran Maestro de la Luz y está decidido a extender su poder por todo el Mundo Conocido, para ello necesita averiguar el paradero del orbe que le permitirá revivir a su señor, el dragón Sherkull, y acabar con los escasos reductos que todavía se resisten al mal.

Bargam, la Ciudad de la Luz, representa la amenaza en el norte. Sus hábiles magos no están dispuestos a doblegarse ante las huestes y el poder oscuro del otrora líder de la Orden de los Dragones.

La isla de Folgard, en el corazón del mar de Tunder, es el otro gran núcleo de resistencia. Es la cuna de los Guardianes del Poder, donde el maestro Du Siam pone toda su sabiduría a disposición de este cuerpo de guerreros invencibles que durante siglos se han opuesto a Sherkull y sus secuaces.

En medio de un mundo que se tambalea, Darrox sufrirá un terrible cautiverio a manos de los Kang en el que cada día traerá una nueva y durísima prueba para sobrevivir. Por su parte, Boll, Allaurín, Dux y Mirk seguirán sus propios caminos, detrás de sus orígenes unos y huyendo de sus fantasmas otros; todos ellos vivirán unas aventuras increíbles y plagadas de sorpresas que terminarán por asignarles un papel determinante en este nuevo orden.

Mi opinión

Sherkull I.

Empecé a leer Sherkull II: La Isla de Folgard nada más terminar la primera parte. Sherkull I me gustó tanto que tenía que seguir con la historia. La primera parte terminaba de manera frenética, pero lo primero que hace la segunda entrega es bajar el ritmo y sentar las bases de la nueva situación. Es lógico, pues una historia no puede avanzar a todo trapo todo el tiempo. Terminaríamos agotados. Hay que sentar las nuevas bases y es lo que se hace aquí. Así pues, Sherkull II: La Isla de Folgard empieza bajando las revoluciones pero se disfruta, se huele y se bebe despacio con pequeños sorbos como haríamos con un buen vino. 

La acción no tarda en llegar, y los más impacientes no tendrán que esperar demasiado para asistir a duelos entre magos y refriegas varias. Lo bueno que tiene Sherkull es que todo resulta interesante. Cuando el ritmo es lento, disfrutamos de los paisajes, de sus intensos colores, de sus prados y sus lagos, de sus cascadas y sus cielos azules o poblados de estrellas; disfrutamos de los personajes, de su pasado, de la peculiaridad de las razas que habitan en este mundo fantástico que casi se puede tocar. Y cuando empieza la acción... Bueno, entonces es un no parar. Hay tajos, conjuros, sangre, miembros cercenados, sorpresas de última hora y crueldad. Hay dolor y leyendas que mueren, pero también nuevas esperanzas. Sonreímos, nos sorprendemos y nos lamentamos. Y las páginas pasan y pasan ante nuestros ojos.

Un mundo rico en razas y leyendas

Sherkull III.

Y es que Sherkull es una gran aventura de fantasía épica a la que no falta ningún ingrediente. En La Isla de Folgard aparecen nuevos personajes y seguimos acompañando a los protagonistas de la primera entrega. Es cierto que Darrox tiene menos presencia, pero a cambio conocemos más a Allaurín, su mujer, un personaje fascinante con sus propios conflictos internos. También sabemos más sobre los reisi, su raza, esos infalibles arqueros que tanto me recuerdan a los elfos. Y tampoco falta a la cita Boll, mi preferido, ese gamblin fiel y sabio que realiza conjuros y maneja la honda como pocos.

Sherkull: La Isla de Folgard sirve para que la historia avance hacia donde debe, pero también para que conozcamos más sobre su mundo, razas y leyendas. Boll no es el único gamblin de esta gran historia, encontramos algún otro que amplía nuestros conocimientos sobre esta carismática raza. Hay violentos lobos asesinos, ciervos dorados y bestias legendarias. No falta la magia, que cuando aparece lo hace de forma decisiva.

No quiero entrar en demasiados detalles para no hacer spoiler, pero queda claro que recomiendo este libro. Sherkull II: La Isla de Folgard es fresco, vivo, original y adictivo. Da gusto leerlo. Lo único malo, alguna que otra errata, sobre todo tildes que faltan. Lo bueno, todo lo demás. Cinco estrellas para él.